Absurdamente sonriente...

Hoy es uno de esos días en los que no sé muy bien por qué sonrío... No tengo ningún motivo concreto para hacerlo... De hecho, últimamente hay un par de cosas que me han salido lo suficientemente mal como para no tener ganas de reír... Ni de hablar... Ni tan siquiera de respirar...

Pero el caso es que sonrío...

Tú no me has contestado al email... Tú nunca has vuelto a hacerme llamadas perdidas a las 5 de la mañana... Tú sigues sonriéndome cuando me ves en el trabajo y hay alguien mirando, y poniendo cara de asco cuando nadie te observa... Tú te sientes mal, y ni siquiera sabes explicar por qué, aunque yo podría explicártelo con cierta facilidad... Y tú... Tú me haces sentir responsable de que todo vaya mal... y me haces olvidar que cuando pasa algo malo es cosa de los dos...

Demasiados tús... Demasiadas personas distintas... Demasiadas posibilidades de que algo salga mal... Y muchas posibilidades de que, alguna vez, alguna de esas personas me haga querer sonreír... Pero lo más increíble... O al menos lo menos frecuente... Es que un día aislado en el tiempo, sin saber muy bien por qué, no me sienta responsable de ninguno de vosotros, ni de ninguna de las situaciones que nos unen o nos unieron, ni de las que nos separan... o nos separaron...

Y esos días raros, tengo ganas de sonreír...

Siempre que hablo contigo...

Siempre que hablo contigo me apetece escribir aquí... Supongo que es por el hecho de que una vez escribí nuestro futuro, con una luna enorme, con el sonido del mar, y con una descripción casi perfecta de nuestra primera noche juntos... De lo que era dormir contigo...

El contexto de mi relato era mucho más romántico y bonito que el que nos envolvía en aquel momento. En todos los momentos, en realidad, pero me gustó saber que a veces, todos podemos ser brujos... Todos podemos vivir algo en nuestra cabeza y que se haga realidad... Al menos, temporalmente...

Supongo que también pasa porque vuelvo a sentir cosas de las que sentía contigo... aunque esta vez no sea contigo...

Vuelvo a estar atrapada en mi cabeza... con ideas aproximadas de lo que todo debería ser y con la estúpida sensación de no poder moverme en ninguna dirección... De tener que esperar a ver que pasa...

Pero sin embargo mi cabeza es de ese color... de ese color gris que nadie conoce y nadie comprende... porque a veces es ausencia de color... porque está formado de imágenes, sueños y música...

Música... al final, me hice musical, aunque no poética... Nunca entendí la poesía en general, aunque algunas poesías me encantan... la música, sin embargo, me envuelve con más facilidad... a veces por la letra, a veces por la melodía, a veces porque despierta en mí sensaciones, a veces, porque me hace recordarlas...

Siempre te querré por eso... y por otras cosas...

Las personas... O al menos, otras personas...

Ahora mismo estoy sentada frente al ordenador pensando en por qué me pueden pasar estas cosas... Bueno, más bien trato de averiguar qué es lo que hago exactamente para que me pasen...

Hace muchos años, una gran amiga me dijo que mi vida parece una telenovela... Supongo que lo único que pasa es que soy muy teatral hablando, porque gesticulo mucho, y coloco algunas exageraciones evidentes en mis relatos, para producir una sonrisa en los demás... Es como si por el mero hecho de que sonrían cuando lo cuento significara que aporto un mínimo de "felicidad" a la gente que me rodea...

En general, no soy una persona mal tolerada por los demás, al menos, de manera superficial... Soy buena gente para tomar un café y hablar del tiempo, o para comentar cosas sin importancia... Me gusta pensar que no caigo del todo mal, y que no hago daño a nadie, aunque sé a ciencia cierta, que eso es imposible, porque todos dañamos alguna vez...

Ahora, ha tocado que me dañen a mí... O bueno, a alguien a quien quiero, pero por mi culpa... Ni siquiera puedo distinguir si el objetivo era dañarle a él o a mí; sinceramente, no puedo...

Pero todo esto ha hecho resurgir en mí la idea de que no soy buena para los demás, y de que lo único que provoco, en el fondo y a la larga, es un enorme resentimiento...

Hoy no me siento muy bien...