Sunday, February 14, 2010

Me he hecho un calendario nuevo. Uno fácil, sólo un folio, para ponerlo en la nevera... en él voy a apuntarlo todo... todo lo bueno, todo lo nuevo, todo lo diferente... todo eso que hace a diario que la vida valga la pena... todo aquello que me hace sonreír, que me hace darme cuenta de que nada se termina por mucho que se termine...
Es un calendario secreto. Es mío, sólo mío... Nadie lo entiende, a nadie le importa, y ni siquiere sé si nadie va a verlo nunca... Empieza un lunes. Empieza un mañana. Empieza un siempre... Porque lo noto latir y me gusta. Porque aun cuando se rompe me gusta... Porque siempre hay que mirar hacia mañana, porque es lo que creamos con el hoy...
Y no sé. Hoy no ha pasado nada, no hay nada distinto, ni nada especial, pero sonrío...

Friday, January 08, 2010

Que sepas que voy a dejar...

Que sepas que voy a dejar que ella gane... porque ha pasado nada y ya no dueles... porque me da igual... porque son tal para cual... porque prefiero que se hagan daño entre ustedes...
Y porque sé que si quisiera, ella perdería y serías mío... Pero ya no merece la pena que lo seas...

Sunday, December 27, 2009

El espejo...

Miré con atención al espejo, y entonces te vi... Tus ojos tristes, con el peso del mundo, tus cejas a su alrededor, medio arqueadas, intentando quitarle importancia al asunto, tu nariz, ni pequeña ni grande, ni chata ni ganchuda, en medio de todo... Tus labios, rosados, dulces, distintos uno de otro, simétricos y asimétricos, vacilantes, como siempre...
Alargué la mano y te toqué, acariciando el contorno de tu rostro... sintiéndolo mío, cálido, incompleto, indefinido... Perdí la definición de sus límites al continuar mirándolo, empecé a ver borroso, dudando...
Continué por tu cuello, bajando lentamente, memorizando poco a poco cada detalle, cada arruga, cada lunar, cada recoveco... Sentía tu olor al hacerlo, despacio, poco a poco, sintiéndolo mío... Rodeé el contorno de tu cuerpo, tan delgado, tan frágil, tan inocuo, tan invisible incluso... Bajé por tus muslos, tus piernas, tus tobillos... Vi tus cascabeles, sonreí al hacerlo...
Enfoqué y desenfoqué, tratando de definirte, de mirarte, de quererte... Bajé y subí, sin parar, volví a tu cara... Vi tu pelo rodeando tus ojos, alborotado, desigual, tratando de tapar aquello que más miedo te da, tú misma...
Traté de enfocar de nuevo... y de repente me vi... Soy más bonita mirada desde tus ojos...

Saturday, December 26, 2009

(...)

Catástrofes, una detrás de otra... Decepciones a mi alrededor, para mí, para otros, para todos... De ahora, de hace tiempo, de siempre... Repeticiones y repeticiones, ciclos y ciclos, y abandonos... Pérdida de la estabilidad en todos los ámbitos... Ya ni siquiera están por aquí los de siempre, y le echo de menos (Nepo, ¿dónde están tus nepomundos?) Y el vórtice abierto de nuevo... El vórtice, siempre el vórtice... que no se cierra, sólo se estrecha por pequeñas temporadas... y todo que viene a aparecer ahora, y a recordarme...
Y me doy cuenta de que nada ha cambiado de los 18 a los 28... Los mismos errores, los mismos llantos, los mismos miedos, los mismos terrores... Y sin dormir. Y sin querer. Y sin paciencia, y sin confianza... Simplemente, como siempre... Y sin propósitos para el año nuevo, porque el año nuevo sólo es una extensión del anterior...
Ilusionada, y de pronto sin ilusión, aunque parecía que podía ser bueno, muy bueno. Pero a veces la ilusión tiene eso. A veces los errores de otro se pagan. A veces da igual hacerlo bien, o hacerlo mal, o tan siquiera no hacerlo...
Y de repente piensas y te acuerdas de que te olvidas... Te acuerdas de que te dejas... Te acuerdas de que te lo buscas... Y pasa y pasa el tiempo, y aún no hay consecuencias, pero vendrán, porque siempre están ahí, agazapadas... Y piensas en cuando llegues, y tengas que explicarte y explicar que ya sabías que vendrían, porque las has dejado llegar... Y entonces, llegará la culpabilidad de la que te escondes ahora mismo...
Pidiendo... Pidiendo aquello que debería corresponder. Aquello que tal vez merezcas, y tal vez no, pero tal vez quieras... Añorando tu ritmo, tu despacio, tu tal vez, tu quizás... Sabiendo que esta vez se volvió a complicar todo de nuevo y aquí estamos, esperando....
Dando... dándote tiempo, entregándote parte de mi alma, para que te asustes y corras... Y te escapes, y huyas despavorido, porque de nuevo, no es el momento... Porque nunca lo es, ni contigo, ni con nadie... Siempre a destiempo...
Torturándome... engañándome... suicidándome poco a poco... Inhalando poco a poco mi derrota, instilando en mis venas el engaño del olvido momentáneo del lúpulo líquido, mirando esta pantalla entre humo y alcohol, sonriendo mientras pasa, porque a veces pasa... Cerrando por vacaciones, porque en vacaciones nada tiene mayor sentido que el resto del tiempo, y porque a veces, así no es divertido...
Sintiendo la culpabilidad en los pulmones y en el estómago... en las arterias y en las venas... en el hígado... Cediendo por primera vez en tanto tiempo....
Soñando... soñando con una vida que no es mía... con aquella que fue, cuya mayoría ni siquiera quiero recuperar... antes de esto, antes de todo, antes de comenzar, antes de despegar los pies del mundo... Entonces, hace tiempo, cuando vine la primera vez por aquí...

Saturday, November 21, 2009

Hacía tiempo...

Hacía tiempo que no venía por aquí, bastante, bastante tiempo... Durante estos meses, casi un año, han pasado muchas cosas y ha continuado el caos a mi alrededor, en diferentes formas, de diferentes colores, con nuevos y con distintos errores. Nada y todo cambia. Todo gira, todo vuelve...
Y sigo sin fiarme de mis instintos, y de mis primeras veces. Sigo manteniéndome ahí, aunque el cuerpo me pida que corra y corra sin parar, sin volver a mirar atrás... Y cuando no me fío de ellos, al final, más tarde o más temprano, vuelven, para demostrarme que debí haberles hecho caso...
Cuando conozco a alguien siempre tengo una sensación. Buena o mala. Sin mayor profundidad que eso. Luego con el tiempo, esa sensación se perfecciona y crece. Cuando no es una buena sensación, da igual lo que pase enmedio; al final, termina en tragedia...
Hoy es uno de esos días. Hoy ha pasado de nuevo. Alguien se va. Y ese alguien, que por una vez no es alguien de quien esté enamorada, se va a llevar consigo todo lo que me rodea...
Y esta vez, como muchas otras, no tengo fuerzas para luchar, para reclamar lo que me corresponde, para quedarme con quien quiero... Haré lo que siempre he hecho. Esperaré. Me sentaré, lloraré, no entenderé nada, buscare respuestas e inventaré explicaciones, y mientras tanto, se alejará de mí todo lo que quiero, todo lo que anhelo...
Estoy harta de dejar que la vida me pase por encima... Pero no sé cómo cambiar...

Sunday, January 18, 2009

Mis tacones y tus inviernos...

Han pasado más de dos años desde que un día decidí escribir por primera vez algo en la red, dejándolo colgado en el infinito, como si el hecho de que estuviera allí me hiciera ser algo más de lo que siempre he sido, como si el hecho de escribirlo lo hiciera más grande, o más pequeño, según el caso...
Llegué aquí después de mucho tiempo de lectora pasiva y oculta, metiéndome en la vida de los demás, sin decir nada, sin opinar, aunque teniendo opinión, como siempre... Más tarde, en algún momento, me decidí a aportar mi pequeño granito, diciéndole algo al perdido Nepomuk, al que no encuentro (y del que espero que esté bien). Me he dado cuenta de que soy adicta a leer a algunas personas, a las que no conozco y de las que no sé nada, y que por supuesto, no saben nada de mi existencia.
Hay personas por aquí que me hacen sonreír. Que me hacen buscar todos los días su presencia, y que hacen que algo se agite en mí cuando no les encuentro... Dentro del universo de internet, no conozco a nadie, y nadie me conoce. Y no existo. Y no importo. Pero a veces, leyendo a esas personas, me siento mucho menos sola...
Sólo hay una persona a la que leo y a la que conozco. Él me dejó hacerlo, y sabe que lo hago, supongo, aunque ahora casi no hablemos y no nos veamos. Normalmente no pasa, pero hay días, como hoy, en que veo en lo que escribe lo que veo cuando todo esta bien y me abraza. Por eso le quiero. Aunque nunca le quiera bien. Aunque nunca salgan las cosas por mi culpa. Aunque siempre llegue tarde, y ya no valga intentarlo....
Pero me hace sentir orgullosa. Y me aterra que todo eso le pase sin mi. Simplemente eso...

Monday, July 07, 2008

Si te dicen que caí...

No te sorprendas. Era parte de mi plan.

Y con eso quiero decir que... ¡Mi vida se ha hundido! Y no me he muerto. A ver, me siento fatal; sinceramente, me siento horriblemente mal, pero no me he muerto. Tardaré un tiempo en sentirme mejor. Tardaré un tiempo en "rehacer mi vida". Pero no me he muerto.

No sé si me sorprende más no haberme muerto, o el hecho de que la mitad del tiempo, ni siquiera me importa que mi vida se haya hundido del todo... Creo que hay una parte absurdamente optimista de mí que se resiste a pensar que esto es todo lo que hay, que no va a pasar nada nuevo... Y sin embargo, esta vez está absolutamente claro que hay un cambio, y que no hay vuelta atrás...

Nos conocemos. Has tocado fondo, y no puedes... no puedes seguir... no puedes seguir sintiéndote tan infinitamente pequeño... Y lo peor de todo es que sé que yo no he tenido nada que ver con eso... Eso es algo tuyo. Algo que estaba ahí antes que yo, que se pasó un poco del tiempo que estuve, y que volvió. Y en ese momento, dejaste de sentirte protegido por mí. Y te dio miedo. Y saliste corriendo, que es lo que la gente como nosotros hace...

Una estúpida parte de mí, que debe haber visto demasiadas películas de Disney o demasiadas comedias románticas, espera que el tiempo lo coloque todo en su sitio; que un día aparezcas en mi puerta y me digas "te quiero y no puedo olvidarte". Yo sé que no te habré olvidado, porque yo no olvido, pero me gustaría no haber rehecho mi vida para entonces, porque entonces sí que estarás solo...

Por otro lado está la pequeña bestia negra que todos tenemos dentro, que cruelmente piensa "pues si cuando vuelvas yo no estoy, lo tendrás merecido, por abandonarme..."

Sin embargo, sé que no volverás. Y sé que no volveré a tener a aquel amigo que tenía, y con el que tan bien lo pasaba. Y sé que estaré siempre preocupada por él, porque él es especial, y necesita algunas cosas que no todo el mundo le puede dar, como toda la atención del mundo... Y toda la paciencia de la tierra...

Porque somos especiales. Porque no somos como todo el mundo. Porque nos aguantamos todo porque veíamos algo uno en el otro que nos recordaba a nosotros mismos... Y porque sé que ahora tienes q sentirte casi tan solo como yo... Aunque tal vez tú lo estés incluso más, porque yo ya sé vivir así, sin poder contar con casi nadie, pero tú sabías que yo siempre estaba ahí...

Pero tú tampoco te has muerto. Puede que todo esto sea para mejor...

Puede que realmente mis padres estén medicando el agua. O que realmente ya esté realmente acostumbrada a desaparecer de golpe de la vida de la gente a la que quiero. O que simplemente esté escribiendo esto para engañarme a mí misma, y hacerme creer que no pasa nada...

Empieza la soledad. A ver qué tal esta vez...