Friday, November 18, 2005

Cada vez más cerca...

Ayer recibí una llamada que me dejó aterrorizada... Es una tontería a mi edad, pero no supe afrontarla. Me llamaban para ofrecerme un trabajo, y se ve que ya habían llamado a varios compañeros antes que a mí, ya que la señora que llamó me dijo al momento "pero estás ocupada preparando el examen, ¿verdad? Bueno, gracias" y colgó.
Y allí me quedé. Parada en el salón de casa, y con una cara de gilipollas increíble. Minutos más tarde, pasé a sentirme totalmente estúpida, porque durante la llamada había sido incapaz de preguntar nada. Nada. No pregunté acerca de las condiciones del contrato, de la duración de la sustitución, del sueldo... ¡Nada!
Estuve un buen rato dándole vueltas al asunto y estuve pensando... ¿Y si llamo para preguntar? Y me decía a mí misma, "buff, que vergüenza..." Y entonces me indigné. En serio. Me indigné mucho, porque digo yo, tengo 24 años. Ya estoy grande para sentirme avergonzada por llamar a cualquier sitio, ¿no?
Así que hice de tripas corazón, y llamé. Y me sentí muy bien después de hacerlo. El señor con el que me pusieron al teléfono era un cielo ( a pesar de ser el Director de la institución), fue muy amable, me dio todas las explicaciones del mundo y aceptó mi negativa con mucha educación. La única cosa que me dejó triste fue el sueldo. Ojalá hubiera podido aceptar el trabajo, porque el sueldo era muy bueno, y al fin y al cabo, eran sólo 5 meses...
En fin, al menos superé uno de mis miedos escénicos estúpidos y me comporté como alguien "mayor", y con eso me refiero a responsable. Por lo demás, creo que no soy nada adulta. Y creo que no quiero serlo. Me gusta ser infantil. Me gusta ser absurda. Me gusta mucho darme cuenta de que no he crecido... Y sí, tengo miedo de que eso se me pueda pasar en algún momento...

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